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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

2. Trastornos del procesamiento auditivo central

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El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, evaluar e intervenir en los trastornos del procesamiento auditivo central, y debe mantener una formación actualizada para garantizar una intervención basada en la evidencia científica y ajustada a las necesidades individuales.

El CLC impulsa la investigación para establecer criterios diagnósticos estandarizados y conocer la prevalencia local, así como para desarrollar instrumentos de evaluación y herramientas adaptadas al contexto lingüístico y cultural en catalán y castellano.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para atender la complejidad del trastorno, promoviendo la coordinación entre logopedas, médicos otorrinolaringólogos, neurólogos, psicólogos y educadores, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y la participación social de las personas afectadas.

Evaluación de la estructura y las funciones corporales

Para la evaluación específica del TPAC se recomiendan las siguientes pruebas que permiten una caracterización precisa de las dificultades perceptivas auditivas:

  • Tests de escucha dicótica para valorar la capacidad de integración y separación biaural.
  • Tests monoaurales de habla de baja redundancia para determinar las dificultades en situaciones auditivamente adversas.
  • Pruebas de procesamiento temporal, incluyendo pruebas de discriminación temporal y detección de interrupciones (gaps).
  • Pruebas de discriminación auditiva, reconocimiento de palabras y frases para valorar las habilidades específicas en situaciones controladas.
  • Uso de cuestionarios validados para recoger información subjetiva sobre la percepción del paciente en cuanto a sus dificultades auditivas en contextos cotidianos.
  • Batería AUDITEC en versión española como instrumento de valoración específica (www.auditec.com).

Este conjunto de pruebas permite una caracterización precisa de las dificultades auditivas específicas de cada paciente, lo que facilita un diagnóstico preciso y la posterior planificación de intervenciones terapéuticas adaptadas. Adicionalmente, es esencial una evaluación completa que incluya aspectos del lenguaje y la cognición para facilitar un abordaje integral del tratamiento logopédico. Los instrumentos de evaluación adecuados para niños con trastornos del desarrollo o adultos con deterioro cognitivo u otras condiciones específicas se pueden consultar en otros capítulos de esta guía.

El CLC recomienda que el logopeda utilice, además de las pruebas de lenguaje, pruebas cognitivas, de funciones ejecutivas y de cualquier otra función relacionada con el lenguaje y la comunicación para entender mejor las habilidades de la persona, tanto verbales como no verbales. Este enfoque permite obtener una valoración más completa, identificar con más precisión las dificultades y las capacidades conservadas y garantizar un diagnóstico más riguroso.

Esta evaluación detallada facilita el diseño de un tratamiento más adecuado a cada persona, con estrategias que mejoren la comunicación diaria. Además, evita errores en el diagnóstico y asegura una intervención basada en la evidencia científica. Este procedimiento garantiza una práctica ética y responsable, ya que ajusta el tratamiento a las necesidades específicas de cada persona para optimizar la eficacia y favorecer la calidad de vida y la autonomía en la comunicación.

El CLC aconseja a los profesionales clínicos, investigadores y estudiantes que orienten sus investigaciones a la creación de instrumentos de evaluación en catalán y castellano del TPAC.