18. Trastornos de la voz

La disfonía se define como el deterioro de las cualidades de la voz, concretamente la frecuencia, la intensidad, el timbre y la duración. Por su parte, la afonía se refiere a la pérdida completa de la voz. En relación con la frecuencia, la disfonía se caracteriza por una disminución de la extensión tonal. En cuanto a la intensidad, puede conllevar dificultades tanto para la emisión de sonidos fuertes como de sonidos muy flojos. En función del timbre, la voz puede presentar un carácter aireado, ronco o tenso. Por último, las alteraciones vocales pueden manifestarse también en forma de reducción de los tiempos máximos de fonación.

Los trastornos de la voz pueden clasificarse de la siguiente manera:

• Trastornos organicofisiológicos de la voz que resultan de alteraciones en los mecanismos respiratorios, laríngeos o del tracto vocal.
  • Trastornos estructurales y orgánicos de la voz que resultan de cambios físicos en el mecanismo vocal, tales como alteraciones en los tejidos de las cuerdas vocales (por ejemplo: edemas, quistes o nódulos vocales) y cambios estructurales en la laringe debido al envejecimiento.
  • Neurogénicos: trastornos orgánicos de la voz provocados por problemas de inervación del sistema nervioso central o periférico en la laringe y que afectan al funcionamiento del mecanismo vocal, tales como temblor vocal, disfonía espasmódica o parálisis de las cuerdas vocales.
• Trastornos funcionales de la voz que resultan de un uso ineficiente del mecanismo vocal cuando la estructura física es normal, tales como fatiga vocal, disfonía o afonía de tensión muscular, diplofonía o fonación ventricular.