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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

12. Apraxia del habla

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El logopeda es el profesional sanitario experto en el diagnóstico diferencial, el tratamiento y el seguimiento de la apraxia del habla. Debe contar con formación especializada en control motor, codificación fonológica y estrategias terapéuticas adaptadas, incluida la comunicación aumentativa y alternativa.

El CLC promueve la investigación para conocer la prevalencia de la apraxia del habla en nuestro territorio, desarrollar instrumentos de evaluación e intervención en catalán, y elaborar conjuntos básicos de categorías CIF para evaluar su impacto funcional y en la calidad de vida.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario que incluya a médicos neurólogos, fisioterapeutas y otros especialistas, según el caso, con la participación activa de la familia y el uso de tecnologías de apoyo adecuadas para garantizar la mejor atención integral.

Evaluación integral

El CLC orienta a los profesionales de la práctica clínica a evaluar los siguientes elementos de la apraxia del habla.

De acuerdo con la CIF, se lleva a cabo una evaluación integral para identificar y describir:

  • Deficiencias en la estructura y las funciones corporales, con especial referencia a las relacionadas con el habla.
  • Limitaciones en la actividad y la participación, incluida la comunicación funcional y las interacciones sociales y el impacto del habla en la calidad de vida, teniendo en cuenta el impacto de las limitaciones en los roles sociales de la persona dentro de su comunidad.
  • Factores contextuales (ambientales y personales) que sirven de barrera o facilitadores del éxito de la comunicación y la participación en la vida.

 

Hay que tener en cuenta que el diagnóstico de apraxia infantil del habla en niños menores de 3 años es un reto por varios motivos: la presencia potencial de discapacidades del desarrollo y condiciones comórbidas; la falta de una lista única y validada de características diagnósticas que diferencie las apraxias infantiles del habla de otros tipos de trastornos del sonido del habla infantil; el hecho de que algunas características primarias de la apraxia infantil del habla son características del habla emergente en niños, típicamente en desarrollo de menores de 3 años, las dificultades para disponer de una muestra del habla suficientemente amplia para realizar un diagnóstico definitivo, y, por último, por la posibilidad de que los cambios en el habla que se produzcan durante los primeros 3 años puedan alterar la etiqueta diagnóstica.

La reevaluación periódica de las personas con apraxia del habla es importante tanto en los casos de apraxia adquirida como en la progresiva primaria, ya que, en el primer caso, la recuperación neurológica se puede producir durante varios meses o más y, en el segundo caso, para garantizar que la persona se comunica con niveles máximos de independencia y para planificar adaptaciones comunicativas adicionales que puedan convertirse en necesarias con la progresión de la enfermedad.