3. Afasia

El CLC y las principales guías clínicas internacionales recomiendan utilizar instrumentos válidos y estandarizados para evaluar las deficiencias, limitaciones de la actividad y participación relacionadas con el daño cerebral teniendo en cuenta los diferentes niveles asistenciales (hospitalario, ambulatorio, domiciliario y comunitario). El terapeuta seleccionará la prueba más adecuada en función de cada caso y de su experiencia.

Pruebas de evaluación de los trastornos del lenguaje más utilizadas en nuestro entorno:

• Mississippi Aphasia Screening Test (MAST).
• Evaluación de la Afasia y trastornos relacionados (Test de Boston).
• Programa Integrado de Exploración Neuropsicológica - Test Barcelona- II.
  • Versión abreviada.
  • Versión completa.
  • Perfil afasias.
  • Perfil afasias simplificado.
• Token Test (Test de las fichas): evalúa la comprensión.
• Batería para la Evaluación de los Trastornos Afásicos - BETA: evalúa todos los componentes del sistema de procesamiento lingüístico.

Otras escalas de evaluación:

• Aphasia Rapid Test (ART). Cribado en la fase aguda.
• Evaluación del Procesamiento Lingüístico en la Afasia (EPLA). Evaluación de los déficits. Fase aguda, subaguda y crónica
• Evaluación Neurolingüística de las Alteraciones del Lenguaje (ENAL). Evaluación de los déficits. Fase aguda, subaguda y crónica.
• Escala analógica cuantificable CETI. Evalúa la funcionalidad del lenguaje y comunicación. Fase aguda, subaguda y crónica.
• Communication Activities of Daily Living (CADL-3). Evalúa la funcionalidad en actividades comunicativas de vida diaria. Fase aguda, subaguda y crónica.
• Protocolo para la Evaluación de la Comunicación de Montreal (MEC). Evaluación de los déficits lingüísticos del hemisferio derecho.
• Mini Linguistic State Examination (MLSE). Versión en castellano, diseñada para la identificación de los subtipos de afasia primaria progresiva.

Hay pocas herramientas de evaluaciones de comunicación estandarizadas para utilizarlas con pacientes con daño en el hemisferio derecho y pocas evaluaciones estandarizadas de cognición en dichos pacientes. Por este motivo, el CLC aconseja a profesionales clínicos, investigadores y estudiantes que investiguen para crear instrumentos de evaluación en catalán y castellano de la afasia y las alteraciones lingüísticas.

El CLC recomienda que el logopeda utilice, además de las pruebas de lenguaje, pruebas cognitivas, de funciones ejecutivas y de cualquier otra función relacionada con el lenguaje y la comunicación para entender mejor las habilidades de la persona, tanto verbales como no verbales. Este enfoque permite obtener una valoración más completa, identificar con más precisión las dificultades y las capacidades conservadas y garantizar un diagnóstico más riguroso.

Esta evaluación detallada facilita el diseño de un tratamiento más adecuado a cada persona, con estrategias que mejoren la comunicación diaria. Además, contribuye a evitar errores en el diagnóstico y asegura una intervención basada en la evidencia científica. Este procedimiento garantiza una práctica ética y responsable, ya que ajusta el tratamiento a las necesidades específicas de cada persona para optimizar la eficacia y favorecer la calidad de vida y la autonomía en la comunicación.