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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

2. Trastornos del procesamiento auditivo central

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El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, evaluar e intervenir en los trastornos del procesamiento auditivo central, y debe mantener una formación actualizada para garantizar una intervención basada en la evidencia científica y ajustada a las necesidades individuales.

El CLC impulsa la investigación para establecer criterios diagnósticos estandarizados y conocer la prevalencia local, así como para desarrollar instrumentos de evaluación y herramientas adaptadas al contexto lingüístico y cultural en catalán y castellano.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para atender la complejidad del trastorno, promoviendo la coordinación entre logopedas, médicos otorrinolaringólogos, neurólogos, psicólogos y educadores, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y la participación social de las personas afectadas.

Intervenciones de mejora y rehabilitación

El abordaje terapéutico del trastorno del procesamiento auditivo central requiere un enfoque multidimensional, adaptado a las características individuales y la edad del paciente. Es esencial definir objetivos específicos según las necesidades de cada caso. Se recomienda especialmente:

  • Entrenamiento auditivo específico: ejercicios de discriminación auditiva, escucha dicótica, entrenamiento en procesamiento temporal (discriminación temporal, detección de gaps o pausas breves), entrenamiento en memoria auditiva y secuenciación auditiva.
  • Adaptaciones ambientales: reducción del ruido externo, disminución de la reverberación con materiales acústicos específicos, optimización de la disposición espacial y distancia de los interlocutores.
  • Tecnologías de asistencia auditiva: especialmente los sistemas FM/DM (micrófonos remotos personales), que son dispositivos que mejoran significativamente la relación señal-ruido y están especialmente indicados para entornos educativos o en situaciones con mucho ruido o reverberación.
  • Estrategias compensatorias cognitivas y metacognitivas: instrucciones más pausadas y claras, repeticiones, reformulaciones, uso estratégico de pausas y estrategias específicas para mejorar la atención auditiva y la memoria de trabajo auditiva, como indican Heine et al.
  • Intervenciones comunicativas: entrenamiento específico en habilidades de comunicación efectiva, tales como asertividad, habilidades lingüísticas previas a la alfabetización (en niños), discriminación auditiva de fonemas y sonidos, y uso complementario de ayudas visuales.
  • Intervenciones específicas para población infantil: entrenamiento explícito en habilidades lingüísticas previas a la alfabetización, entrenamiento en la discriminación auditiva de fonemas y sonidos, uso complementario de ayudas visuales, ejercicios específicos de memoria auditiva y secuenciación auditiva para facilitar el desarrollo del habla y el aprendizaje.
  • Intervenciones comunicativas: entrenamiento en estrategias visuales y uso de la lectura labial para compensar las dificultades auditivas en entornos ruidosos o reverberantes.
  • Uso del lenguaje escrito como soporte: especialmente en contextos educativos o en casos de dificultades auditivas importantes, se recomienda complementar la comunicación auditiva con el apoyo escrito para favorecer una mejor comprensión y retener mejor la información.

     

Este conjunto integrado de intervenciones promueve una rehabilitación adaptada, efectiva y centrada en mejorar significativamente la calidad de vida y la participación social de las personas con TPAC. 

El CLC aconseja a los profesionales clínicos, investigadores y estudiantes que investiguen sobre la intervención logopédica en el TPAC.