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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

El logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar y llevar a cabo el tratamiento rehabilitador y de mantenimiento de los trastornos del lenguaje, incluida la afasia.

El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, la evaluación y la intervención en la afasia, y promueve el desarrollo de instrumentos adaptados a la lengua y la cultura de nuestro entorno.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y basado en pruebas científicas, centrado en la persona y su realidad comunicativa, con la colaboración de las familias y otros profesionales sanitarios. Insta a evitar el uso de prácticas carentes de evidencia científica o alejadas de los estándares actuales de calidad asistencial.

Requisitos de alta

Para valorar el estado funcional del paciente en el momento del alta, se realiza de nuevo una evaluación con las mismas pruebas y escalas de la valoración inicial y se informa a las personas afectadas del resultado obtenido después del proceso de intervención.

Se considera que el tratamiento puede finalizar cuando la evaluación integral informa que el estado del paciente ha mejorado en su grado de severidad o bien cuando:

  • Las tareas del tratamiento son de naturaleza repetitiva y ya no suponen cambios en las capacidades, o el paciente no requiere un seguimiento constante para completar las tareas.
  • El paciente ha alcanzado el nivel más alto de capacidad funcional posible, ya que no se observan mejoras.
  • La inteligibilidad de los mensajes del paciente no le dificulta la participación en las actividades y no afecta a su estado de salud, seguridad e independencia.
  • La producción del lenguaje de la persona es equivalente a la de otras personas de la misma edad cronológica, género, etnia u origen cultural y lingüístico.

 

Una planificación efectiva del alta es esencial para transiciones fluidas a través del continuo de atención. La planificación tardía o incompleta conlleva estancias hospitalarias prolongadas y un mayor riesgo de eventos adversos después del alta.