Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

9. Disartria

El logopeda es el profesional sanitario competente para la exploración, el diagnóstico y el tratamiento de trastornos del habla como la disartria, y debe mantener una formación especializada en neuroanatomía, control motor y técnicas terapéuticas basadas en la evidencia para la rehabilitación y el mantenimiento de la función comunicativa.

El CLC promueve la investigación para conocer la prevalencia local de la disartria, desarrollar instrumentos de evaluación e intervención en catalán y castellano, y crear conjuntos básicos de categorías CIF que permitan identificar los efectos de la disartria en la participación y la calidad de vida.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario e integrador para la persona con disartria, que incluye el trabajo coordinado con médicos neurólogos, rehabilitadores, psicólogos y otros profesionales, así como el apoyo a la familia y la prescripción adecuada de sistemas aumentativos y alternativos de comunicación cuando sea necesario. Aconseja evitar técnicas sin evidencia científica.

Rol del logopeda

Los logopedas son los profesionales competentes para la exploración, el diagnóstico y la realización de los tratamientos preventivos, rehabilitadores y de mantenimiento de los trastornos del habla. Esta atribución se desprende del artículo 7.2f de la LOPS, que afirma que los logopedas desarrollan las actividades de prevención, evaluación y tratamiento de los trastornos del habla mediante técnicas terapéuticas propias de su disciplina. De la misma forma, de la Orden CIN/726/2009 que establece los requisitos mínimos para la verificación de los títulos que habilitan para el ejercicio de la profesión de logopeda, es patente que los logopedas graduados conocen las bases anatomicofisiológicas del habla, sus trastornos y las técnicas e instrumentos para su diagnóstico logopédico y las diagnósticos logopédico. Esta visión la comparten los documentos de perfil profesional, que declaran que la logopedia tiene como finalidad mejorar las cualidades alteradas del habla o la instauración de un habla sustitutoria o de otros sistemas alternativos de comunicación.

Los logopedas deben asesorar a las personas con disartria, sus familias y los profesionales asistenciales sobre aspectos de la comunicación para mejorar la calidad de vida y prevenir tanto el deterioro como las posibles complicaciones derivadas de la disartria.

Los logopedas que diagnostican y tratan la disartria deben tener habilidades en el diagnóstico diferencial y la gestión de los trastornos motores del habla. Deben tener los siguientes conocimientos especializados:

Neuroanatomía y funciones neuronales relacionadas con la musculatura craneofacial, laríngea y respiratoria y cómo interactúan durante la producción del habla.
La contribución de cada subsistema (articulación, fonación, respiración, resonancia y prosodia) en la percepción del habla normal o anormal.
Los principios de control motor del habla y aprendizaje motor.
Técnicas de evaluación e intervención adecuadas basadas en la evidencia.

Cuando el paciente presente altos grados de severidad y su discapacidad comunicativa sea relevante, los logopedas deben conocer las bases para la indicación e implementación de sistemas de comunicación aumentativa y alternativa y tener acceso a los soportes de tecnología aplicada como la inteligencia artificial.

Tal como indica el Código deontológico del CLC, los logopedas deben ejercer su profesión con competencia; por tanto, las profesionales que atienden a esta población deben estar adecuadamente formadas para hacerlo. Los logopedes que diagnostican y tratan la disartria deben tener habilidades en el diagnóstico diferencial de trastornos motores del habla y trastornos comórbidos del lenguaje, conocimientos especializados en trastornos de codificación fonológica y en teoría del aprendizaje motor y experiencia en técnicas de intervención adecuadas, como pueden ser la comunicación aumentativa y alternativa y las tecnologías de soporte.