Pasar al contenido principal

Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

19. Voz y comunicación en personas transgénero

Descarga el capítulo

El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la voz y la comunicación, y también para el acompañamiento en el proceso de cambio vocal y comunicativo de las personas transgénero, con formación especializada que incluye aspectos anatómicos, funcionales y psicológicos para garantizar la calidad vocal y la integración social.

El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia de la demanda de intervención en voz y comunicación de las personas transgénero, desarrollar instrumentos de evaluación adaptados a los contextos lingüísticos y culturales, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica que mejoren la calidad de vida y la inclusión social de este colectivo.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario, promueve la coordinación de logopedas con médicos endocrinólogos, cirujanos, otorrinolaringólogos, psicólogos, enfermeros y otros profesionales, dentro de un equipo especializado en género y desde una perspectiva biopsicosocial, y promueve la creación de entornos sanitarios transafirmativos que respeten la identidad y la dignidad de las personas transgénero.

Intervenciones de mejora y rehabilitación

El CLC orienta a los profesionales de la práctica clínica a evaluar los siguientes elementos de las alteraciones de la voz y comunicación en personas transgénero.

La articulación, la sonoridad, la velocidad del habla, la elección de palabras, la estructura de las oraciones, la pragmática del discurso, la expresión facial, el contacto visual, el gesto, la postura, la marcha y el movimiento corporal influyen en la percepción de género. 

El trabajo logopédico para la transición vocal de hombre a mujer requiere necesariamente una modificación de la frecuencia vocal media que debe situarse por debajo de los 180 Hz. Pero esta modificación no es suficiente para asegurar la identificación de la voz como femenina y es necesario incorporar estrategias de modificación del timbre (con aumento de frecuencias armónicas agudas), de timbre vocálico (con aumento de los formantes vocálicos) y aumentando la variabilidad tonal de la prosodia. Además, es conocido que una articulación más precisa, una intensidad más baja y una selección de léxico y recursos pragmáticos y discursivos pueden favorecer la identificación del hablante como género femenino.

En el caso de la transición de género de mujer a hombre, la acción de la terapia hormonal aumenta los niveles de testosterona, añadiendo masa a los pliegues vocales y, normalmente, bajando el tono en diferentes grados. El tratamiento hormonal no se traduce en cambios de otros aspectos de la voz (por ejemplo: la entonación, el volumen y la comunicación no verbal) que pueden influir en cómo otras personas les atribuyen el género. La masculinización de la voz puede centrarse en bajar el tono, adoptar la resonancia torácica y reducir la variación melódica.

En la literatura, con respecto al tratamiento rehabilitador de la logopedia, encontramos los términos:

  • Transfeminidad (MTF, por sus siglas en inglés de male-to-female): aumento de la frecuencia fundamental, ajuste de resonancia y trabajo prosódico.
  • Transmasculinidad (FTM, por sus siglas en inglés de female-to-male): adaptación a cambios postestosterona (voces más graves, pero posible disfonía por mal uso vocal).

     

Las herramientas para la modificación de estos parámetros de la voz no difieren de las aplicadas en los tratamientos para las disfonías funcionales, en los que a partir de un trabajo de disponibilidad corporal se busca modificar los parámetros de la voz para lograr unos valores más adecuados a las necesidades vocales del paciente. En este caso, los ejercicios de voz cantada, el soporte de programas de visualización de la voz, la ejercitación con feedback de grabaciones de audio y vídeo pueden ser herramientas terapéuticas a aplicar.

La intervención grupal proporciona una oportunidad para que las personas trans practiquen los aprendizajes en una situación social más segura. Los grupos ofrecen una oportunidad segura para recibir comentarios y celebrar el éxito hacia los objetivos. Esto puede ser particularmente importante para las personas que no tienen la oportunidad de practicar sus habilidades en distintos entornos.

Los plazos para alcanzar los objetivos pueden verse influidos por la edad del usuario, la frecuencia del tratamiento, otras intervenciones relacionadas con el género y el tiempo general disponible para utilizar su nueva voz. Una serie de factores influyen en la capacidad de presentarse con el nuevo género en todos los entornos. En el caso de los tratamientos de feminización de la voz, una última revisión sistemática informa de la eficacia de los tratamientos rehabilitadores y quirúrgicos.

El CLC aconseja a profesionales clínicos, investigadores y estudiantes que lleven a cabo estudios sobre la intervención logopédica en personas trans.