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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

19. Voz y comunicación en personas transgénero

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El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la voz y la comunicación, y también para el acompañamiento en el proceso de cambio vocal y comunicativo de las personas transgénero, con formación especializada que incluye aspectos anatómicos, funcionales y psicológicos para garantizar la calidad vocal y la integración social.

El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia de la demanda de intervención en voz y comunicación de las personas transgénero, desarrollar instrumentos de evaluación adaptados a los contextos lingüísticos y culturales, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica que mejoren la calidad de vida y la inclusión social de este colectivo.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario, promueve la coordinación de logopedas con médicos endocrinólogos, cirujanos, otorrinolaringólogos, psicólogos, enfermeros y otros profesionales, dentro de un equipo especializado en género y desde una perspectiva biopsicosocial, y promueve la creación de entornos sanitarios transafirmativos que respeten la identidad y la dignidad de las personas transgénero.

Equipamiento

El CLC orienta los profesionales de la práctica clínica a tener los siguientes elementos de equipamiento a su disposición a la hora de intervenir en la voz y comunicación de las personas transgénero.

En relación con el equipamiento necesario para la intervención logopédica en la transición vocal, cabe destacar que hay que disponer de un espacio amplio para permitir que el paciente realice actividades de trabajo corporal que facilitan la adquisición de nuevos gestos vocales. Hay que tener en cuenta que algunas de las manipulaciones corporales, laríngeas y extralaríngeas piden realizarse en una camilla. La captación de muestras de voz para las valoraciones y las estrategias de feedback propias del tratamiento rehabilitador requieren disponer de equipamiento de grabación y análisis digital de la voz (grabadoras digitales, micrófono y ordenadores equipados con software especializado; existen opciones de software libre validadas) y de grabación de vídeo. Por último, para la correcta indicación de las alturas tonales de la voz, el instrumento más práctico y habitual en los servicios de logopedia de voz es un teclado musical electrónico, aunque hay varias aplicaciones para móviles que pueden realizar esta función y, con el entrenamiento necesario, pueden ser empleadas por el usuario de forma autónoma.

Como en todas las acciones de exploración o intervención logopédica que invaden el cuerpo del paciente, si estas pueden suponer un riesgo para su seguridad, deben llevarse a cabo en un centro sanitario que pueda dar respuesta adecuada a la situación de riesgo. Cabe recordar que, en este contexto, el logopeda puede usar la laringoscopia, o las imágenes capturadas, exclusivamente como instrumento para la valoración funcional del gesto vocal.

Es fundamental que los logopedas apliquen rigurosas medidas de higiene para garantizar la seguridad tanto de los pacientes como de ellos mismos. Estas medidas incluyen la desinfección regular del material y superficies de trabajo, el lavado de manos antes y después de cada sesión, el uso de utillaje de un solo uso cuando sea posible, y la ventilación adecuada de los espacios. Además, en los casos que así lo requieran, como en situaciones de riesgo de contagio, es importante utilizar mascarilla y guantes, y seguir los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias. Estas prácticas son esenciales para prevenir infecciones y crear un entorno terapéutico seguro y de confianza.