Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
12. Apraxia del habla
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario experto en el diagnóstico diferencial, el tratamiento y el seguimiento de la apraxia del habla. Debe contar con formación especializada en control motor, codificación fonológica y estrategias terapéuticas adaptadas, incluida la comunicación aumentativa y alternativa.
El CLC promueve la investigación para conocer la prevalencia de la apraxia del habla en nuestro territorio, desarrollar instrumentos de evaluación e intervención en catalán, y elaborar conjuntos básicos de categorías CIF para evaluar su impacto funcional y en la calidad de vida.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario que incluya a médicos neurólogos, fisioterapeutas y otros especialistas, según el caso, con la participación activa de la familia y el uso de tecnologías de apoyo adecuadas para garantizar la mejor atención integral.
Causas
La apraxia adquirida del habla está causada por cualquier proceso o trastorno que comprometa las estructuras y vías del cerebro encargadas de planificar y programar los movimientos motores del habla. Las causas más comunes son ictus, traumatismo craneoencefálico, tumores, traumatismos quirúrgicos o enfermedades progresivas.
Ocasionalmente, la apraxia del habla es el primer, el único o el síntoma más destacado en situaciones degenerativas (por ejemplo: degeneración corticobasal o parálisis supranuclear progresiva). En estos casos se utiliza el término apraxia del habla progresiva primaria.
La apraxia infantil del habla puede ser congénita o se puede adquirir durante el desarrollo del habla:
- Como trastorno neurogénico idiopático del sonido del habla (es decir, en niños sin anomalías neurológicas observables ni trastornos o afecciones neuroconductuales).
- Como signos primarios o secundarios dentro de trastornos neuroconductuales complejos (por ejemplo, autismo, epilepsia y síndromes, tales como X frágil, síndrome de Rett y síndrome de Prader-Willi).
- En asociación con eventos neurológicos conocidos (por ejemplo, ictus intrauterino o infantil, infección, trauma, cáncer cerebral o resección tumoral).