Adenda. Calidad y seguridad en la práctica logopédica

La seguridad en logopedia es mucho más que un conjunto de normas: es un compromiso ético, profesional y colectivo que requiere vigilancia constante y una actualización permanente. Las diferentes dimensiones abordadas ponen de manifiesto la complejidad de garantizar entornos seguros para todos.

A pesar de los avances en protocolos y la profesionalización del sector, aún hay áreas en las que queda camino por recorrer. La realidad cambiante, la diversidad de contextos y la incorporación de la tecnología, en especial con la práctica en línea, abren nuevos escenarios que requieren una adaptación constante de los profesionales y las organizaciones.

Asimismo, es necesario dar voz a los pacientes y a las familias. Incluirlos en la evaluación de riesgos y en la definición de las medidas de seguridad, recoger sus experiencias y ajustar las prácticas a sus realidades son aspectos que refuerzan la calidad y la efectividad de cualquier intervención.

En conclusión, es fundamental que la cultura de la seguridad se base en la responsabilidad compartida. Todos los actores implicados —profesionales, instituciones, colegios, familias y usuarios— tienen que poder identificar riesgos, compartir información y actuar de forma preventiva sin miedo a señalar errores o carencias.