Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
5. Trastornos del lenguaje infantil
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar, prevenir, intervenir y llevar a cabo el mantenimiento de las funciones comunicativas en los trastornos del lenguaje infantil, y debe contar con formación específica y actualizada para garantizar una práctica clínica rigurosa y ética.
El CLC promueve la investigación sobre la prevalencia, la evaluación y la intervención en los trastornos del lenguaje infantil, impulsa el desarrollo y la adaptación de instrumentos de evaluación e intervención en catalán y castellano y en coherencia con el contexto cultural y educativo.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y basado en la evidencia para el tratamiento de los trastornos del lenguaje infantil, con la colaboración de las familias, la escuela y otros profesionales sanitarios.
Requisitos de alta
Para conocer el estado funcional del paciente en el momento del alta, es conveniente realizar una nueva evaluación con las mismas pruebas y escalas de la valoración inicial e informar del resultado obtenido después del proceso de intervención.
Se considera que el tratamiento puede finalizar cuando la evaluación integral indica que el estado de la persona ha mejorado significativamente respecto a su grado de severidad o bien cuando:
- Las tareas del tratamiento son repetitivas y ya no aportan cambios sustanciales en las habilidades o la persona no requiere un seguimiento constante para completar las tareas.
- La persona ha alcanzado el nivel más alto de capacidad funcional posible, ya que no se observan mejoras.
- La afectación lingüística no perjudica la participación en las actividades y no afecta al estado de salud ni a la autonomía de la persona.
- La competencia lingüística es equivalente a la de otras personas de la misma edad cronológica, género, etnia u origen cultural y lingüístico.
Dada la estrecha relación entre el TDL y los problemas en el lenguaje escrito, un niño que ha logrado un lenguaje adecuado en el campo expresivo y comprensivo al finalizar la intervención puede necesitar nuevamente atención en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura.