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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

11. Trastornos de la resonancia

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El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la resonancia, con formación especializada en la evaluación anatomofisiológica y funcional, así como en las técnicas terapéuticas propias para la mejora, la rehabilitación y el mantenimiento del habla y la resonancia afectadas.

El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia local de los trastornos de la resonancia, desarrollar instrumentos de evaluación específicos en catalán y castellano, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica que mejoren la comunicación, la calidad de vida y la autoimagen de las personas afectadas.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para garantizar una atención integral, que coordine a logopedas, neurólogos, otorrinolaringólogos, estomatólogos, cirujanos maxilofaciales, psicólogos y profesionales de la voz artística cuando sea necesario, y promueve la prevención, la sensibilización, la derivación adecuada y la aplicación de medidas de seguridad en los centros sanitarios para llevar a cabo las exploraciones y los tratamientos.

Intervenciones de mejora y rehabilitación

Los procedimientos de tratamiento de las alteraciones de la resonancia incluyen la cirugía, la implantación de prótesis, la acción farmacológica y el tratamiento logopédico. La selección del tratamiento se decide en función de la causa del trastorno de resonancia con adecuación a la edad cronológica y de desarrollo del individuo, a su estado de salud, así como a sus capacidades físicas, sensoriales, cognitivas y de bagaje cultural y lingüístico.

El manejo quirúrgico es el tratamiento más común para el habla hipernasal debida a la insuficiencia velofaríngea (estructural) y también se puede utilizar para tratar fístulas oronasales sintomáticas para el habla. El manejo quirúrgico de la hiponasalidad implica procedimientos para corregir las fuentes anatómicas de obstrucción. 

El manejo protésico se utiliza para corregir problemas de resonancia que dan lugar a hipernasalidad cuando no hay opciones quirúrgicas o cuando el individuo no puede o no quiere someterse a una cirugía. Los logopedas pueden colaborar con ortodoncistas para ayudar en el diseño protésico, el posicionamiento o los ajustes para una función óptima de habla y la deglución.

El manejo farmacológico a veces está indicado cuando la inflamación en la cavidad nasal debida a alergias u otros irritantes está causando o contribuyendo a la hiponasalidad. Los medicamentos incluyen antihistamínicos o esteroides administrados mediante espráis nasales o medicamentos orales.

La logopedia no puede corregir trastornos de resonancia que se deben a causas estructurales. Su función es de apoyo funcional a las acciones quirúrgicas y protésicas y correctivas en las articulaciones compensatorias no obligadas y en las articulaciones mal aprendidas.

El CLC orienta a los profesionales de la práctica clínica a intervenir en los siguientes elementos de los trastornos de resonancia.

La emisión de aire nasal y la hipernasalidad con función normal de la válvula velofaríngea o posquirúrgica se puede abordar con técnicas como:

  • Retroalimentación visual proporcionada por un espejo colocado bajo la nariz durante la producción de fonemas orales o por dispositivos diseñados para este objetivo.
  • Retroalimentación auditiva proporcionada por tubos de plástico (un extremo se coloca en la entrada nasal del paciente y el otro extremo se coloca en la oreja), por el uso del estetoscopio o con aplicaciones informáticas que captan separadamente la señal sonora oral de la señal nasal.
  • Retroalimentación visual mediante dispositivos de feedback basados en el análisis en tiempo real de la nasalancia, con un ajuste adecuado y progresivo de los umbrales objetivo, haciéndolos accesibles a la persona.
  • Práctica de la emisión de sonidos específicos afectados por las características estructurales de la vía de fonación y por el escape de aire, con el objetivo de mejorar la inteligibilidad en la cadena hablada.
  • Ajuste de la acomodación articulatoria y del punto de articulación para optimizar la producción de sonidos, mejorando la inteligibilidad y la resonancia cuando las estructuras físicas no permiten un patrón articulatorio estándar.
  • Conciencia y práctica de los aspectos suprasegmentales del habla, como la acentuación, el control de la intensidad y la prosodia, con el objetivo de mejorar la inteligibilidad y la naturalidad de las emisiones y de la voz.

 

En las alteraciones de la resonancia relacionadas con la apraxia del habla es importante el trabajo de planificación y coordinación del movimiento velofaríngeo. La percepción de la resonancia también puede mejorar a medida que el velo se articula con más precisión.

En los casos de debilidad muscular o de disartria que dan lugar a la hipernasalidad, podemos compensar el trastorno de resonancia persistente utilizando técnicas específicas de la disartria o bien el tratamiento de resistencia por presión positiva continua de las vías respiratorias durante el habla con dispositivos tipo CPAP.

Las personas sordas o con dificultades auditivas a menudo tienen dificultades para controlar la función de la válvula velofaríngea debido a la falta o disminución de la retroalimentación auditiva. Los audífonos y los implantes cocleares sirven para ayudar a los mecanismos de retroalimentación auditiva del individuo, lo que mejora sus habilidades de autocontrol. Se ha demostrado que los implantes cocleares aumentan la comprensión del habla y ayudan a mejorar la resonancia de los hablantes orales. Después de obtener audífonos o recibir implantación coclear, los individuos a menudo se benefician de la rehabilitación auditiva para mejorar las habilidades de escucha y de comunicación. Los objetivos adicionales pueden abordar el habla (por ejemplo: mejorar la producción de consonantes) y la resonancia, aprovechando la mejora de la retroalimentación auditiva.

Las personas sordas pueden beneficiarse de la retroalimentación visual y táctil para normalizar el habla hipernasal. Estas técnicas de retroalimentación pueden incluir la monitorización visual del flujo de aire nasal con espejo o con dispositivos y la retroalimentación táctil.

El CLC aconseja a profesionales clínicos, investigadores y estudiantes realizar estudios sobre la intervención logopédica en los trastornos de la resonancia.