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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos orgánicos de los sonidos del habla, con formación especializada en la evaluación anatomofisiológica y funcional, y en la aplicación de técnicas terapéuticas propias para la mejora, la rehabilitación y el mantenimiento del habla afectada.

El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia local de los trastornos orgánicos de los sonidos del habla, desarrollar instrumentos de evaluación específicos en catalán y castellano, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica que mejoren la calidad de vida y la comunicación de las personas afectadas.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para garantizar una atención integral, que coordine a logopedas, pediatras, cirujanos maxilofaciales, otorrinolaringólogos, neurólogos, nutricionistas, odontólogos, enfermeros y psicólogos, y promueve la intervención precoz, la derivación adecuada y la evaluación periódica en un marco de seguridad y cumplimiento de los protocolos sanitarios.

Intervenciones de mejora y rehabilitación

La intervención logopédica debe adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente y al tipo de dificultades que presenta. Las orientaciones para el tratamiento de los trastornos de la articulación asociados a la fisura del paladar o fisura labiopalatina dependerán de si las desviaciones del habla son obligatorias (es decir, relacionadas con la anatomía atípica y los defectos estructurales) o aprendidas. 

El CLC orienta a los profesionales de la práctica clínica a evaluar los siguientes elementos de los trastornos orgánicos de los sonidos del habla.

  • Los errores articulatorios obligatorios relacionados con una fisura labiopalatina u otras desviaciones estructurales no responden a la logopedia y probablemente requerirán una intervención quirúrgica u otra actuación física.
  • Los errores de articulación aprendidos (por ejemplo: errores compensatorios y emisión de aire nasal) deberían responder a la logopedia.

 

Los focos de la terapia inicial para niños con articulaciones compensatorias pueden incluir:

  • Sonidos para los que el niño es estimulado (es decir: puede articularse, dado un modelo).
  • Consonantes nasales y de baja presión, si se producen o se coproducen con paradas glotales.
  • Consonantes de alta presión que no se encuentran en el inventario, son adecuadas a la edad o tienen un alto impacto en la inteligibilidad/comprensión.
  • Consonantes anteriores que son visibles (por ejemplo: p, b, z, d y f), dado que los niños a menudo compensan con la colocación posterior.

 

Las estrategias y técnicas utilizadas en la terapia son:

  • Utilizar técnicas de colocación fonética, normalmente empezando por bilabiales y luego pasando a alveolares.
  • Introducir susurro suave o utilizar el sonido /sh/ sostenido para romper el patrón glotal y enseñar un flujo de aire oral fácil con glotis abierta.
  • Insertar el sonido /sh/ después de consonantes de parada oral para inhibir el uso de oclusivas glotales antes del inicio vocálico.
  • Enseñar la discriminación auditiva entre el sonido correcto y el error compensatorio para facilitar el autocontrol.
  • Proporcionar indicaciones visuales, tales como:
    • Utilizar un diagrama lateral o un modelo de la boca para orientar la colocación.
    • Apuntar a los labios/lengua para la colocación de sonidos.
    • Utilizar señales visuales de flujo de aire (por ejemplo: utilizar una pluma).
    • Utilizar espejos para observar el posicionamiento articulatorio.
  • Proporcionar indicaciones verbales, como instrucciones para una correcta colocación y forma o corriente de aire.
  • Proporcionar indicaciones táctiles, como:
    • Notar la musculatura del cuello para ayudar a identificar una colocación incorrecta para paradas glotales y para paradas faríngeas y fricativas.
    • Notar un soplo de aire liberado en la mano durante la producción de plosivos.
    • Utilizar el dedo para notar el cierre bilabial y la presión oral del aire sobre los plosivos.
    • Utilizar el taponamiento o pellizco nasal (oclusión nasal) para proporcionar al individuo la sensación de presión oral y para evitar los errores de flujo de aire nasal.
  • Utilizar procedimientos y técnicas logopédicas habituales, como, por ejemplo, las parejas mínimas.

El CLC aconseja a profesionales clínicos, investigadores y estudiantes realizar estudios sobre la intervención logopédica en la disglosia.