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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

14. Disfagia orofaríngea

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El logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar e intervenir en los trastornos de deglución, y cuenta con formación específica para aplicar técnicas terapéuticas individualizadas y basadas en la evidencia.

El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, el impacto funcional y social, la evaluación y la intervención en la disfagia, promueve la creación de instrumentos adaptados lingüística y culturalmente a nuestro contexto.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y cooperativo para la disfagia, que favorezca la detección precoz, la coordinación entre profesionales y la mejora de la calidad de vida de las personas afectadas.

Intervenciones de mejora y rehabilitación

El CLC orienta a los profesionales de la práctica clínica a evaluar los siguientes elementos de la disfagia. De acuerdo con la CIF, los métodos no invasivos del tratamiento de la disfagia se pueden dividir en: a) adaptativos o cuidados básicos; b) compensatorios, estrategias de adaptación, y c) técnicas de reconstitución que requieren intervención especializada. 

  1. Cuidados básicos, p. ej., vigilar la postura durante las comidas, el ritmo de las comidas y la higiene oral.
  • Asegurarse siempre, antes de dar la comida, de que la persona con DO está alerta, despierta y consciente.
  • Evitar distracciones y vigilar que en la mesa solo estén los utensilios necesarios.
  • Comprobar que los sólidos tengan la consistencia y textura recomendada y los líquidos la viscosidad más segura.
  • Hay que vigilar el ritmo con el que se pone el alimento en la boca, tanto si el paciente es autónomo como si necesita ayuda, para impedir que se provoquen aspiraciones.
  • Controlar la postura: espalda recta, cabeza y cuello en la misma línea, pies en el suelo. Se debe corregir siempre que sea necesario. En caso de estar encamado o con silla adaptada, es necesario incorporar el tronco adoptando una posición superior a los 45 grados, con la cabeza levantada e inclinación hacia delante para evitar la hiperextensión del cuello.
  • La ubicación y postura del cuidador cuando debe alimentar una persona con DO debe estar a la misma altura o por debajo de quien está alimentando, siempre de cara para evitar que la persona tenga que rotar la cabeza o hacer una hiperextensión del cuello.
  • Hay que vigilar la higiene oral y la prótesis dental antes y, sobre todo, al terminar de comer, para evitar la colonización bacteriana.

 

  1. Técnicas compensatorias y/o adaptación de la dieta. Se trata de estrategias dietéticas para facilitar la alimentación segura del paciente. Podemos destacar las siguientes:
  • Adaptación de la consistencia y la textura de los alimentos.
  • Adaptación de la viscosidad de los líquidos.
  • Maniobras posturales como la flexión anterior o posterior, rotación, inclinación, etc.

 

Es muy importante que, ante un signo de alteración de la seguridad, se mantenga la dieta más segura. Es recomendable consensuar todas las modificaciones de la dieta con el equipo, especialmente con la nutricionista, con la persona afectada y con la familia. 

El CLC recomienda que se tenga en cuenta para la adaptación de las texturas de los alimentos y líquidos la clasificación del marco de la International Dysphagia Diet Standardisation Initiative (IDDSI).

  1. Técnicas de reconstitución de la función
  • Técnicas de incremento sensorial con aumento del volumen del bolo y/o cambio de textura, uso de saborizantes, estimulación termo-táctil, vibratoria, por pulsos de aire, etc.
  • Ejercicios de movilidad, fuerza, tono y coordinación muscular como la estimulación labial, lingual (IOPI), de las mejillas y del velo del paladar, maniobra de Masako o ejercicio de Shaker.
  • Técnicas deglutorias (con/sin alimento): técnicas de protección de la vía aérea (maniobra supraglótica y maniobra supersupraglótica) y técnicas de facilitación del paso del bolo (maniobra de deglución forzada, maniobra de Mendelson).
  • Otras técnicas:
    • Estrategias de neuroestimulación eléctrica periférica: estimulación neuromuscular (NMES), estimulación eléctrica transcutánea neuromuscular (NMES) que permite trabajar sobre grupos neuromusculares implicados en la deglución y la estimulación eléctrica intrafaríngea (EEI). Se pueden utilizar en la fase aguda y en la fase estable. Se pueden utilizar en ámbito hospitalario y ambulatorio.
    • Electromiografía de superficie y biofeedback.
    • Entrenamiento muscular respiratorio (RMT): sirve como prevención, en fase aguda y en fase estable. Se pueden utilizar en ámbito hospitalario y ambulatorio. Puede ser telemático, semipresencial o presencial.
    • Vendaje neuromuscular.

El CLC recomienda que, en función de la terapia, la intervención sea individual, grupal o mixta; presencial o telemática. Es importante seleccionar técnicas rehabilitadoras específicas para cada persona, patología, etiología y signos de alteración en la deglución.

Algunos de los tratamientos o intervenciones en el momento de publicación de este documento todavía no tienen evidencia a favor ni en contra para su aplicación en algunos tipos de disfagia funcional y estructural. Faltan estudios bien diseñados y algunas de las técnicas son difícilmente cuantificables.

Los logopedas deben ser capaces de realizar una búsqueda de práctica clínica basada en la evidencia para poder encontrar las herramientas adecuadas, potentes y favorecedoras que puedan ayudar a la rehabilitación de las afectaciones de cada paciente. 

El CLC aconseja a estudiantes, investigadores y profesionales clínicos que lleven a cabo estudios sobre la intervención logopédica en la disfagia.