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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

El logopeda es el profesional sanitario competente para la exploración, el diagnóstico y el tratamiento de trastornos del habla como la disartria, y debe mantener una formación especializada en neuroanatomía, control motor y técnicas terapéuticas basadas en la evidencia para la rehabilitación y el mantenimiento de la función comunicativa.

El CLC promueve la investigación para conocer la prevalencia local de la disartria, desarrollar instrumentos de evaluación e intervención en catalán y castellano, y crear conjuntos básicos de categorías CIF que permitan identificar los efectos de la disartria en la participación y la calidad de vida.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario e integrador para la persona con disartria, que incluye el trabajo coordinado con médicos neurólogos, rehabilitadores, psicólogos y otros profesionales, así como el apoyo a la familia y la prescripción adecuada de sistemas aumentativos y alternativos de comunicación cuando sea necesario. Aconseja evitar técnicas sin evidencia científica.

Evaluación del contexto

Las entrevistas con el paciente y su entorno deben servir para la identificación de barreras contextuales y de los facilitadores. Se deben evaluar los códigos CIF que pueden suponer factores facilitadores o dificultades, entre los que se encuentran las relaciones familiares (e310 y e 315), los cuidadores y personal de ayuda (e340) y el uso de productos y tecnología para la comunicación (e125).

En el momento de publicación de este documento no se conocen pruebas de evaluación de aspectos relacionados con la participación, las actividades, la calidad de vida y el papel del contexto en la enfermedad disártrica. 

El CLC aconseja a profesionales clínicos, investigadores y estudiantes realizar estudios para la creación de instrumentos en catalán de evaluación de las necesidades de la persona y su contexto.