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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

6. Trastornos del Espectro Autista

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El logopeda es el profesional sanitario competente para el cribado, la evaluación, el diagnóstico y la intervención en las dificultades de comunicación, interacción y alimentación relacionadas con el autismo, y debe contar con una formación actualizada, especializada y basada en la evidencia.

El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, el cribado, la evaluación funcional, la calidad de vida y la intervención logopédica en el autismo, promueve el desarrollo de instrumentos adaptados lingüística y culturalmente.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario, centrado en la persona y su familia, que reconozca el valor de la neurodiversidad. Insta a evitar el uso de prácticas carentes de evidencia científica o alejadas de los estándares actuales de calidad asistencial.

Intervenciones de mantenimiento de la función

La colaboración de los familiares es importante para reforzar los avances logrados mediante la terapia logopédica, incluso cuando su papel en el proceso terapéutico sea limitado. Los padres deben recibir información sobre las estrategias más efectivas para apoyar a sus hijos, fomentando el uso del lenguaje en diversas situaciones y contextos. De igual manera, los docentes deben estar al corriente de los progresos del niño para proporcionarle oportunidades de desarrollo adecuadas, evitando exponerlo a situaciones que no se ajusten a su nivel evolutivo. Los logopedas deben orientar a las familias y a la escuela en cuanto a las actividades y las adaptaciones que favorezcan el mantenimiento de las mejoras logradas en el tratamiento.

El CLC aconseja a profesionales clínicos, investigadores y estudiantes que realicen estudios sobre la intervención de mantenimiento en personas con TEA.