Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
Adenda. Calidad y seguridad en la práctica logopédica
Descarga el capítuloProtección de datos y seguridad de la información
La gestión de datos personales es un pilar crítico de la seguridad en cualquier profesión sanitaria. Sin embargo, en logopedia tiene una relevancia especial por el tipo de información que se recoge y se trabaja: historias clínicas, diagnósticos, informes, pruebas grabadas de audio y vídeo, registros de evolución y, a menudo, datos de carácter familiar o escolar. Todo este volumen de información exige medidas rigurosas de protección.
Marco normativo y derechos del paciente
En Europa, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece que cualquier dato personal vinculado a la salud es información especialmente sensible y, por tanto, requiere el nivel de protección más alto. Los pacientes tienen derecho a saber qué datos suyos se recogen, con qué finalidad se utilizan, quién tiene acceso a ellos y durante cuánto tiempo se almacenarán.
Para garantizar estos derechos, los centros y profesionales autónomos deben disponer de documentos de consentimiento informado claros y accesibles. Es importante que este consentimiento especifique si se podrán utilizar grabaciones de audio o vídeo, fotografías, pruebas o informes para supervisión clínica, docencia o investigación. Dichos documentos deben recoger explícitamente la autorización al profesional para compartir los datos del paciente con otros profesionales, siempre en beneficio del paciente. El paciente o su familia deben saber que pueden revocar el consentimiento otorgado en cualquier momento.
Almacenamiento y acceso a la información
Los datos físicos (carpetas, informes impresos) deben custodiarse en archivadores cerrados con llave y ubicados en zonas con acceso restringido. Los ordenadores y dispositivos que contengan información clínica deben estar protegidos con contraseñas robustas, cifrado de discos y sistemas de copia de seguridad periódica. Un buen protocolo es limitar el acceso a la información únicamente a los profesionales que realmente lo necesitan para la intervención.
Práctica en línea y nuevos retos
La extensión de la práctica en línea ha generado nuevos retos de seguridad de la información. Las sesiones de logopedia telemáticas implican transmitir información clínica mediante plataformas digitales. Estas plataformas deben garantizar conexiones seguras (cifrado de extremo a extremo) y la autenticación de los usuarios para evitar accesos no autorizados.
Es recomendable evitar plataformas de videollamada genéricas si no ofrecen garantías de seguridad adecuadas. Además, es necesario informar a los pacientes sobre las medidas de seguridad y los riesgos potenciales asociados a la conexión a través de redes domésticas.
Un aspecto a menudo olvidado es la confidencialidad del entorno físico durante la práctica en línea. Aunque la tecnología sea segura, una sesión realizada en un espacio doméstico sin privacidad puede exponer información confidencial a terceros. Por ello, es recomendable pactar con el paciente o su familia el espacio físico donde se llevará a cabo la sesión y recordar la importancia de cerrar las puertas y evitar interrupciones.
Buenas prácticas de protección
En la práctica diaria, algunas medidas concretas ayudan a mantener la seguridad de la información: actualizar regularmente los dispositivos, utilizar contraseñas únicas y complejas, no compartir credenciales entre profesionales y realizar copias de seguridad de forma cifrada.
Cuando sea necesario enviar datos, por ejemplo, un informe a otro especialista o un centro escolar, se recomienda utilizar canales seguros: correos electrónicos con encriptación, plataformas de compartición seguras o entrega presencial con registro de recepción.
Por último, la formación continua en protección de datos es clave. Muchos incidentes no son resultado de fallos técnicos, sino de errores humanos: abrir correos fraudulentos, guardar datos en dispositivos personales sin protección o hablar de casos en espacios públicos son ejemplos de situaciones que pueden comprometer gravemente la confidencialidad.