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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

11. Trastornos de la resonancia

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El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la resonancia, con formación especializada en la evaluación anatomofisiológica y funcional, así como en las técnicas terapéuticas propias para la mejora, la rehabilitación y el mantenimiento del habla y la resonancia afectadas.

El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia local de los trastornos de la resonancia, desarrollar instrumentos de evaluación específicos en catalán y castellano, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica que mejoren la comunicación, la calidad de vida y la autoimagen de las personas afectadas.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para garantizar una atención integral, que coordine a logopedas, neurólogos, otorrinolaringólogos, estomatólogos, cirujanos maxilofaciales, psicólogos y profesionales de la voz artística cuando sea necesario, y promueve la prevención, la sensibilización, la derivación adecuada y la aplicación de medidas de seguridad en los centros sanitarios para llevar a cabo las exploraciones y los tratamientos.

Causas

Hay varias causas de los trastornos de resonancia, por ejemplo, disfunción velofaríngea, fístulas oronasales, obstrucción a la cavidad nasal o faríngea, exceso de impedancia en la cavidad oral debido a una configuración idiosincrática de las estructuras, y pérdida de audición. Las causas específicas se agrupan, a continuación, por tipo de trastorno de resonancia.

Hipernasalidad:

  • Disfunción velofaríngea por causas estructurales que dan lugar a insuficiencia velofaríngea. La más común es la fisura palatina. En general, hasta un 30 % de las personas que se han sometido a una reparación del paladar con fisura experimentan insuficiencia velofaríngea continuada.
  • Disfunción velofaríngea por anomalías estructurales asociadas a síndromes genéticos.
  • Disfunción velofaríngea por causas neurogénicas que dan lugar a incompetencia de la válvula velofaríngea, paresia o parálisis velar, enfermedades neuromusculares, neurofibromatosis y síndromes del neurodesarrollo. Las causas neurogénicas a menudo se asocian a disartria e hipotonía.
  • Disfunción velofaríngea por un aprendizaje velofaríngeo incorrecto producido por articulaciones compensatorias aprendidas que se desarrollan debido a la incapacidad de generar un flujo de aire intraoral adecuado para la producción de consonantes.
  • Disfunción velofaríngea por un aprendizaje velofaríngeo incorrecto producido por falta de retroalimentación auditiva en personas sordas o con pérdida auditiva significativa.
  • Fístula oronasal en individuos con antecedentes de fisura del paladar, traumatismo en la cavidad oral o cirugía en la cavidad oral.
  • Configuración anatómica idiosincrática de la cavidad oral y patrones articulatorios anómalos, como la frontalización de la lengua que ocupa gran parte de la cavidad oral y aumenta la impedancia intraoral, provocando nasalidad transpalatina, caracterizada por una resonancia nasal excesiva en la emisión de sonidos no nasales sin presencia de disfunción velofaríngea.

 

Hiponasalidad:

  • Obstrucción de la cavidad nasal o nasofaríngea (por ejemplo: hipertrofia adenoidea, retrognatismo maxilar u otras anomalías craneofaciales).
  • Inflamación (con o sin congestión nasal) debido a rinitis alérgica, resfriado común, hipertrofia adenoidea, pólipos nasofaríngeos y amígdalas hipertróficas.
  • Tabique nasal significativamente desviado.
  • Atresia de coanas (estrechamiento anormal del paso desde la nariz hasta la faringe).
  • Estenosis de narinas (fosas nasales estrechas, a menudo vistas en pacientes con reparación de la fisura labial).
  • Complicaciones no deseadas de la cirugía correctiva de fisura palatina.
  • Problemas de planificación o ejecución motora (apraxia) que provocan un cierre velofaríngeo inconsistente y anormal en fonemas nasales.
  • La falta de retroalimentación auditiva en individuos sordos o con pérdida auditiva significativa puede provocar una hiponasalidad percibida debido a la posición atípica de la lengua durante el habla.

 

Resonancia cul-de-sac:

  • Obstrucciones faríngeas (más comunes): hipertrofia de amígdalas/adenoidea; la falta de retroalimentación auditiva en personas sordas o con una pérdida auditiva significativa puede provocar una resonancia cul-de-sac debido a la posición atípica de la lengua durante el habla.
  • Obstrucciones orales: microstomía (abertura pequeña de la boca).
  • Obstrucciones nasales: bloqueo en la parte anterior de la nariz (por ejemplo: estenosis de narinas, pólipos nasales o tabique desviado).

 

Resonancia mixta:

  • Problemas de planificación o ejecución motora (apraxia) que tienen como resultado una apertura y cierre anormal de la válvula velofaríngea.
  • Combinación de fisura palatina y cualquier forma de obstrucción nasofaríngea: se puede producir hipernasalidad e hiponasalidad.
  • La falta de retroalimentación auditiva en personas sordas o con pérdida auditiva significativa puede provocar problemas de resonancia mixta.

 

Consideraciones para las personas sordas o con dificultades auditivas:

Las personas sordas o con dificultades auditivas suelen presentar trastornos de resonancia caracterizados por hipernasalidad o hiponasalidad, resonancia mixta o cul-de-sac. En la mayoría de los casos estos problemas de resonancia son resultado de un mal control de la válvula velofaríngea debido a la falta o alteración de la retroalimentación auditiva. A pesar de tener una estructura y un movimiento muscular normales, la válvula velofaríngea puede tener una falta de ritmo y tiempo.