Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
11. Trastornos de la resonancia
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la resonancia, con formación especializada en la evaluación anatomofisiológica y funcional, así como en las técnicas terapéuticas propias para la mejora, la rehabilitación y el mantenimiento del habla y la resonancia afectadas.
El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia local de los trastornos de la resonancia, desarrollar instrumentos de evaluación específicos en catalán y castellano, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica que mejoren la comunicación, la calidad de vida y la autoimagen de las personas afectadas.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para garantizar una atención integral, que coordine a logopedas, neurólogos, otorrinolaringólogos, estomatólogos, cirujanos maxilofaciales, psicólogos y profesionales de la voz artística cuando sea necesario, y promueve la prevención, la sensibilización, la derivación adecuada y la aplicación de medidas de seguridad en los centros sanitarios para llevar a cabo las exploraciones y los tratamientos.
Signos clínicos
Los signos y síntomas de los trastornos de resonancia pueden variar en función de varios factores, incluyendo el tipo de trastorno de resonancia y la gravedad de la enfermedad que provoca el trastorno. A continuación, se enumeran los signos y síntomas asociados a cada tipo de trastorno de resonancia.
Hipernasalidad:
- Se percibe cuando hay una resonancia nasal excesiva, normalmente en vocales, sonidos fricativos, líquidos y, en casos graves, consonantes orales (por ejemplo, /b/, /d/ y /ɡ/).
- Las vocales cerradas (/u/, /i/) son más susceptibles a los efectos de la hipernasalidad y suelen ser las primeras vocales en las que el oyente lo nota.
- Las consonantes oclusivas pueden ser percibidas como sus correspondientes consonantes nasales homorgánicas (por ejemplo, /n/ en lugar de /d/ o /m/ en lugar de /b/).
- La hipernasalidad puede ir acompañada o no de un flujo de aire nasal que se escapa por incompetencia de la válvula palatofaríngea.
Hiponasalidad:
- Se percibe cuando hay una resonancia nasal reducida en vocales y consonantes nasales.
- En los casos más graves, la hiponasalidad se produce conjuntamente con la desnasalización de las consonantes nasales (/m/, /n/ y /ŋ/), haciendo que se perciban como orales (por ejemplo, /b/ en lugar de /m/, /d/ en lugar de /n/, y /ɡ/ en lugar de /ŋ/).
Resonancia cul-de-sac:
- El sonido resuena en una de las cavidades del tracto vocal (habitualmente faríngeo), pero se bloquea en la salida de la cavidad debido a una obstrucción.
- Tanto la resonancia cul-de-sac oral como la faríngea provocan que las consonantes sean «silenciadas» e indiferenciadas y se reduzca el volumen del habla.
- La resonancia nasal cul-de-sac provoca una resonancia disminuida.
Resonancia mixta:
- Concurrencia de hipernasalidad, hiponasalidad o resonancia cul-de-sac en la misma señal de habla.
- La hipernasalidad y la hiponasalidad se pueden producir en diferentes momentos durante la misma frase.
- La hipernasalidad y la hiponasalidad pueden coexistir cuando hay trastornos de la resonancia y cualquier forma de obstrucción nasofaríngea.
La CIF (por sus siglas en inglés de ICF, International Classification of Functioning, Disability and Health) fue desarrollada por la OMS (2001) con el objetivo de ofrecer una perspectiva biopsicosocial de la salud. Proporciona un marco para abordar la discapacidad y el funcionamiento de una persona en su contexto y en su vida cotidiana. Los trastornos de la resonancia implican funciones de habla, voz, producción de notas y succión (b320, b3101, b5100 y b3400).