Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
Adenda. La autorregulación profesional en logopedia
Descarga el capítuloFundamentación bioética de la autorregulación
La legitimidad ética de la autorregulación profesional descansa en la aplicación de los cuatro principios bioéticos clásicos:
- Autonomía: Solo el propio colectivo puede articular normas que garanticen el respeto a las decisiones comunicativas y acerca de los tratamientos rehabilitadores de las personas atendidas y al consentimiento informado.
- Beneficencia: Las guías y protocolos colegiales, basados en la mejor evidencia disponible, velan por que las intervenciones de los logopedas persigan el mayor beneficio funcional posible.
- No maleficencia: Los estándares internos de calidad y la formación continuada reducen el riesgo de daño derivado de técnicas obsoletas o inapropiadas.
- Justicia: La definición colegial de competencias y criterios de acceso favorece la equidad en la prestación de servicios y en la asignación de recursos.
Lejos de constituir un privilegio corporativo, la autorregulación se configura como un deber moral inherente al compromiso social de la logopedia, destinado a proteger a las personas usuarias y a garantizar la excelencia asistencial. De manera paralela, la profesión asume un compromiso explícito de transparencia y rendición de cuentas: publicar sus normas, explicar los criterios de decisión clínica y someterse a auditorías externas cuando proceda, reforzando así la confianza pública.