Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
4. Trastornos lingüístico-cognitivos adquiridos
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos lingüístico-cognitivos adquiridos, y debe mantener una formación especializada y actualizada para atender las necesidades específicas de personas con deterioro cognitivo, demencias o fragilidad asociada a la edad.
El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia local, desarrollar instrumentos de evaluación adaptados a los contextos lingüísticos y culturales, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica, orientadas a mejorar la comunicación y la calidad de vida de las personas afectadas.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para garantizar una atención integral, con la coordinación de logopedas, neurólogos, geriatras, rehabilitadores, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros y otros profesionales, y promueve la formación en conversación asistida para una mejor interacción con pacientes frágiles o con limitaciones comunicativas.
Objetivos
Los objetivos generales de la rehabilitación de los trastornos lingüístico-cognitivos adquiridos son: maximizar las habilidades, la actividad, la expresión del lenguaje y la participación de las personas en actividades comunicativas a partir de:
- Habilidades: recuperar el procesamiento lingüístico en el contexto de diversas actividades y entornos, incluida la comprensión del lenguaje y la capacidad de utilizar un lenguaje expresivo. Potenciar las habilidades ejecutivas o de autorregulación, tales como el establecimiento de objetivos, el autocontrol y la resolución de problemas.
- Actividad: minimizar la discapacidad en la comunicación garantizando un uso máximo de habilidades actuales. Puede incluir estrategias compensatorias y medios de comunicación alternativos para mejorar las habilidades de conversación.
- Participación: permitir la participación según las circunstancias y preferencias de cada persona. Desarrollar habilidades y confianza social, promover la independencia y toma de decisiones. Reducir el aislamiento y aumentar la integración social.
- Bienestar: maximizar la sensación de bienestar y la calidad de vida de las personas. Desarrollar estrategias de afrontamiento.