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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

4. Trastornos lingüístico-cognitivos adquiridos

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El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos lingüístico-cognitivos adquiridos, y debe mantener una formación especializada y actualizada para atender las necesidades específicas de personas con deterioro cognitivo, demencias o fragilidad asociada a la edad.

El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia local, desarrollar instrumentos de evaluación adaptados a los contextos lingüísticos y culturales, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica, orientadas a mejorar la comunicación y la calidad de vida de las personas afectadas.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para garantizar una atención integral, con la coordinación de logopedas, neurólogos, geriatras, rehabilitadores, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros y otros profesionales, y promueve la formación en conversación asistida para una mejor interacción con pacientes frágiles o con limitaciones comunicativas.

Definición

En este capítulo se incluyen los trastornos que afectan a las funciones comunicativas del lenguaje y las funciones cognitivas en que el lenguaje resulta imprescindible, derivados tanto de las demencias y los trastornos degenerativos, como del deterioro cognitivo leve, la fragilidad y las pérdidas sensoriales y motoras propias de la edad.

La demencia es un síndrome derivado de una enfermedad cerebral adquirida. Se caracteriza por una disminución progresiva de la memoria y otros dominios cognitivos que, cuando es lo suficientemente grave, interfiere en la vida diaria y en el funcionamiento independiente.

Los síntomas asociados a la demencia continúan progresando en gravedad hasta la muerte. A continuación, se presenta una lista no exhaustiva de los trastornos neurodegenerativos más comunes que causan demencia:

  • Enfermedad de Alzheimer (primera causa de demencia).
  • Enfermedad por cuerpos de Lewy.
  • Demencia vascular (por ejemplo: demencia multiinfarto).
  • Demencia frontotemporal.
  • Enfermedad de Pick (variante conductual).
  • Afasia progresiva primaria (variante del lenguaje).
  • Enfermedad de Huntington.
  • Enfermedad de Parkinson.

     

Otras afecciones que pueden provocar demencia debido a cambios progresivos en la función cerebral son:

  • Síndrome de Wernicke-Korsakoff secundario al abuso crónico de alcohol.
  • Traumatismo craneoencefálico.
  • Encefalopatía traumática crónica a causa de un traumatismo repetido (por ejemplo: demencia pugilística).
  • Esclerosis múltiple.
  • Virus de la inmunodeficiencia humana.

     

En relación con el envejecimiento, el deterioro cognitivo leve (DCL) se describe como una etapa intermedia del deterioro cognitivo que a menudo, aunque no siempre, es una fase de transición de los cambios cognitivos en el envejecimiento normal de los que se presentan típicamente en la demencia. La evaluación e identificación temprana del deterioro lingüístico podría facilitar esta diferenciación y permitir el uso de intervenciones cognitivas para mejorar o bien ralentizar la progresión del declive.

La fragilidad en la tercera edad se define como el estado de vulnerabilidad de la persona anciana ante factores estresantes, sean endógenos o exógenos, que se relaciona con resultados negativos de salud, como el deterioro funcional (sensorial o motor), la dependencia, la institucionalización, la hospitalización, un alto coste sanitario o la morbimortalidad. La fragilidad se puede equiparar con un problema de salud crónico, ya que es un estado que no se puede curar, aunque puede mejorar en las fases iniciales. Hay que prestar atención a las situaciones comunicativas que presentan las personas frágiles de edad avanzada para promover espacios de intercambio comunicativo.