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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

4. Trastornos lingüístico-cognitivos adquiridos

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El logopeda es el profesional sanitario competente para prevenir, diagnosticar e intervenir en los trastornos lingüístico-cognitivos adquiridos, y debe mantener una formación especializada y actualizada para atender las necesidades específicas de personas con deterioro cognitivo, demencias o fragilidad asociada a la edad.

El CLC impulsa la investigación para conocer la prevalencia local, desarrollar instrumentos de evaluación adaptados a los contextos lingüísticos y culturales, así como establecer intervenciones basadas en la evidencia científica, orientadas a mejorar la comunicación y la calidad de vida de las personas afectadas.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario para garantizar una atención integral, con la coordinación de logopedas, neurólogos, geriatras, rehabilitadores, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros y otros profesionales, y promueve la formación en conversación asistida para una mejor interacción con pacientes frágiles o con limitaciones comunicativas.

Causas

La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia, y representa aproximadamente el 70 % de todos los casos.

El resto de casos se contabilizan por demencia vascular, demencia con cuerpos de Lewy, enfermedad de Parkinson, demencia frontotemporal y demencia mixta (por ejemplo, enfermedad de Alzheimer con patología con cuerpos de Lewy o la enfermedad de Alzheimer con patología vascular).

Los factores de riesgo modificables para la demencia son aquellos que, si se eliminan, potencialmente pueden prevenir algunos casos de demencia. A partir de los datos disponibles y de los modelos de riesgo de demencia, se describen nueve factores de riesgo modificables en el curso de la vida. Estos factores se agrupan por franjas de edad a lo largo de la vida.

Primeros años (< 18 años)

  • Menos educación (ninguna o solo primaria).

 

Mediana edad (45-65 años)

  • Hipertensión.
  • Obesidad.
  • Pérdida de audición.

 

Últimos años (> 65 años)

  • Fumar.
  • Depresión.
  • Inactividad física.
  • Aislamiento social.
  • Diabetes.

     

Se estima que alrededor del 35 % de las demencias se pueden atribuir a una combinación de estos nueve factores. Los mecanismos que pueden estar relacionados con estos factores de riesgo incluyen: daños vasculares en el cerebro que aumentan el riesgo de lesiones vasculares, atrofia y neurodegeneración, menos reserva cognitiva disponible y cambios metabólicos que afectan al aclaramiento amiloide. 

Los factores de riesgo no modificables son aquellos que no pueden ser cambiados o modificados por la persona, como la edad y la herencia. La edad es el principal factor de riesgo no modificable para la demencia. Cada cinco años a partir de los 65 años, el número de personas con enfermedad de Alzheimer se duplica; alrededor de un tercio de las personas mayores de 85 años tienen esta enfermedad. La herencia puede tener un papel fundamental en el riesgo de demencia. Por ejemplo, el riesgo de sufrir demencia es más alto si una persona tiene un pariente de primer grado con la enfermedad.