Pasar al contenido principal

Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

8. Trastornos del desarrollo del aprendizaje

Descarga el capítulo

El logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar e intervenir en los trastornos del desarrollo del aprendizaje, desde una perspectiva integral del lenguaje y la cognición.

El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, el impacto funcional y la creación de instrumentos de evaluación e intervención adaptados a los trastornos del desarrollo del aprendizaje.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario de los trastornos del desarrollo del aprendizaje, basado en la evidencia y libre de prácticas desprovistas de base científica.

Criterios para la indicación del tratamiento

Los criterios de inclusión se fundamentan en las directrices internacionales de clasificación diagnóstica (como el DSM-5 y la CIE-11), que establecen la necesidad de una valoración clínica especializada para interpretar los resultados, integrar la información recogida y determinar la indicación terapéutica. Asimismo, se adopta una actitud preventiva, dada la relación riesgo-beneficio altamente favorable de la intervención logopédica.

El tratamiento está indicado tanto en situaciones de diagnóstico formal como en casos de dificultades funcionales claras o perfiles de riesgo, independientemente de la edad, gravedad o comorbilidad.

a) Principales indicadores de riesgo en preescolar y primeros cursos de primaria (intervención preventiva):

  • Presencia de factores de riesgo: antecedentes familiares, trastornos del lenguaje o sospecha/comorbilidad con TDAH.
  • Dificultades emergentes en la conciencia fonológica, correspondencia sonido-grafema, automatización lectora o primeros conceptos numéricos en comparación con niños con escolarización similar.
  • Poca exposición a interacciones lingüísticas o matemáticas significativas.
  • Baja respuesta a un programa de intervención individualizada e intensiva durante al menos seis meses.


b) A partir del tercer curso de primaria:

  • Dificultades específicas en lectura, escritura y/o cálculo con afectación funcional significativa.
  • Presencia de dificultades persistentes que justifican tratamiento, con o sin diagnóstico formal.
  • Cumplimiento de los criterios diagnósticos internacionales, que combinan datos psicométricos con juicio clínico experto para determinar la necesidad de intervención.


c) Etapas posteriores (secundaria, superior, vida adulta):

  • Dificultades persistentes que interfieren en el rendimiento académico, profesional o funcional.
  • Demanda explícita de soporte y valoración positiva del beneficio esperado.
  • Interés terapéutico enfocado al desarrollo de estrategias compensatorias, uso funcional de la tecnología y autonomía en tareas escritas o matemáticas.