Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
17. Alteraciones de la fluidez del habla
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para valorar, diagnosticar e intervenir en las alteraciones de la fluidez del habla, y debe mantener una formación especializada y actualizada para abordar su naturaleza multifactorial desde un enfoque basado en la evidencia.
El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, el impacto funcional, la evaluación y la intervención en las alteraciones de la fluidez, y promueve la creación de instrumentos adaptados al contexto lingüístico y cultural, especialmente en catalán y castellano.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y centrado en la persona, liderado por el logopeda y en coordinación con psicólogos, pediatras, educadores y otros profesionales sanitarios. Aconseja evitar prácticas sin aval científico y favorecer intervenciones integradoras que tengan en consideración las dimensiones emocionales, sociales y comunicativas del trastorno.
Intervenciones de mejora y rehabilitación
Los trastornos de la fluencia requieren una aproximación terapéutica basada en la evidencia y adaptada a la edad y las características de cada persona. A continuación, se presentan los principales enfoques terapéuticos utilizados tanto en niños como en adolescentes y adultos, según las guías internacionales y la literatura científica reciente.
Tratamiento en niños (2-6 años)
Los dos enfoques más destacados con evidencia sólida son el Programa Lidcombe y el Modelo de Demandas y Capacidades (DCM).
- Programa Lidcombe: es un tratamiento conductual directo que los padres llevan a cabo en casa, bajo supervisión del logopeda. La evidencia muestra que es altamente efectivo para reducir la alteración de la fluidez del habla en niños en edad preescolar. Está validado en diversos estudios aleatorizados y controlados y puede aplicarse de forma presencial o telemática.
- Modelo de Demandas y Capacidades (DCM): este enfoque indirecto parte de la idea de que la alteración de la fluidez del habla aparece cuando las demandas comunicativas superan las capacidades del niño. El tratamiento busca reducir el estrés comunicativo mediante cambios en el entorno y la actitud comunicativa de los adultos. Aunque tiene una base teórica sólida, la evidencia empírica es menos robusta que la del programa Lidcombe.
Para los niños mayores de seis años se recomiendan combinaciones adaptadas de intervenciones conducidas por los padres e intervenciones directas como las propuestas para adolescentes y adultos.
Tratamientos en adolescentes y adultos
El enfoque terapéutico en adolescentes y adultos varía significativamente respecto al tratamiento infantil e incluye aproximaciones cognitivo-conductuales, técnicas de reestructuración del habla y estrategias de gestión de la recaída.
- Reestructuración del habla (Fluency shaping): consiste en entrenar patrones de habla más fluidos (como la prolongación de sonidos, la iniciación suave o el ritmo controlado). Tiene una base empírica sólida y es altamente efectivo para reducir la alteración de la fluidez verbal observable, aunque puede tener menor impacto en los aspectos psicológicos.
- Terapia cognitivo-conductual: se utiliza para tratar los aspectos emocionales y de evitación social asociados a la alteración de la fluidez del habla. Se ha demostrado eficaz para reducir la ansiedad, mejorar la autoestima y favorecer la comunicación funcional.
- Terapia de aceptación y compromiso: interviene en la flexibilidad psicológica y la aceptación de la experiencia de la alteración de la fluidez del habla. Mejora tanto la fluidez verbal como el bienestar psicológico y la calidad de vida.
- Programas integrados y enfoque holístico: los tratamientos combinados que abordan tanto la fluidez verbal como los aspectos psicológicos y participativos han mostrado resultados prometedores. La incorporación de medidas funcionales y personalmente significativas mejora la eficacia y la relevancia clínica.
Uso de tecnología y ayudas técnicas
Se han desarrollado múltiples dispositivos y aplicaciones para facilitar la fluidez del habla:
- Retroalimentación auditiva retardada (RAR) y alteración de frecuencia (FAF): modifican la entrada auditiva para mejorar la fluidez verbal. Tienen soporte empírico moderado y pueden utilizarse en entornos clínicos o domésticos.
- Aplicaciones móviles (SpeechJammer, DAF Professional): son herramientas de ayuda para uso individual, especialmente útiles para adultos con autonomía terapéutica.
Tratamiento grupal y autogestión
El tratamiento en grupo ofrece beneficios sociales, de apoyo mutuo y normalización. Programas como los basados en la Terapia de Aceptación y Compromiso o la intervención centrada en el usuario incorporan elementos de autogestión y apoyo entre iguales. Esto puede mejorar la motivación y la adherencia al tratamiento.
El CLC aconseja a los profesionales clínicos, investigadores y estudiantes que hagan estudios sobre la intervención logopédica en las alteraciones de la fluidez del habla.