6. Trastornos del Espectro Autista

La evaluación integral incluye habitualmente los componentes siguientes:

• Historial clínico relevante: información relacionada con la salud del niño, su historial de desarrollo y comportamiento, y su estado médico actual.
• Historial médico y de salud mental de la familia: incluye el historial de hermanos con TEA.
• Evaluaciones médicas: un examen físico general y un examen del neurodesarrollo.
• Evaluaciones psicológicas: que incluyen aspectos relacionales, cognitivos y de personalidad.
• Evaluación logopédica de la sintomatología nuclear del TEA
  Las pruebas diagnósticas del TEA son herramientas estandarizadas diseñadas para evaluar las habilidades sociocomunicativas y para identificar las posibles dificultades en la comunicación, la interacción social y los comportamientos repetitivos. Las más utilizadas y recomendadas por las guías de buenas prácticas son:
  • Entrevista Diagnóstica del TEA: ADI-R (Autism Diagnostic Interview-Revised, Lord et al., 1994): es una entrevista estructurada dirigida a familiares, cuidadores, pareja o persona muy cercana que se centra en obtener información sistemática y detallada del desarrollo y de los comportamientos nucleares del TEA para obtener un diagnóstico preciso.
  • Observación directa: ADOS-2 (Autism Diagnostic Observation Schedule, Lord et al., 2012): observación semiestructurada en diferentes módulos, según la edad y las habilidades de lenguaje del usuario, para valorar sus habilidades de comunicación social y también los patrones conductuales repetitivos y estereotipados.
• Evaluaciones logopédicas formales e informales, por ejemplo:
  • Evaluación del lenguaje. Muestreo de lenguaje y análisis de la narrativa.
  • Evaluación del habla, incluyendo la evaluación de las habilidades motrices del habla.
  • Evaluación de la alimentación y la deglución, si es necesario.
  • Evaluación de la comunicación aumentativa y alternativa (CAA), si es necesario, para determinar los posibles beneficios para la mejora de la comunicación funcional.
• Evaluación auditiva realizada por un médico ORL, audioprotesista o logopeda.

Las guías de buenas prácticas también recomiendan otras herramientas como, por ejemplo, la entrevista Diagnostic Interview for Social and Communication Disorders (DISCO, Leekman et al., 2002) o la entrevista Autism Clinical Interview for Adults (ACIA, Ingham et al., 2020), entre otros. Actualmente, todavía no están traducidas ni validadas en la población catalana y española.

La evaluación integral, si fuera necesario, también puede incluir otras pruebas complementarias adicionales como pruebas genéticas y metabólicas.

EVALUACIÓN LOGOPÉDICA DE LA SINTOMATOLOGÍA NO NUCLEAR DEL AUTISMO

Es importante que antes de iniciar la valoración específica, se obtenga información sobre el estado auditivo de la persona para obtener resultados de evaluación fiables y precisos.

Para evaluar el habla y el lenguaje, los logopedas pueden utilizar metodologías de evaluación formales e informales. Las pruebas formales pueden ser necesarias si todavía no se ha determinado un diagnóstico o la idoneidad para recibir los servicios específicos. Las pruebas informales pueden ser más útiles para determinar si la persona ha logrado hitos específicos de comunicación o para evaluar las habilidades comunicativas en una diversidad de entornos cotidianos.

El logopeda puede hacer uso de la evaluación dinámica, que es muy útil para: identificar comportamientos de comunicación no simbólica y simbólica, evaluar el potencial de aprendizaje individual y llevar a cabo el análisis de la conversación. Esta técnica se basa en obtener muestras para observar cómo una persona utiliza el lenguaje en situaciones cotidianas y espontáneas; así, puede ofrecer una imagen más realista de su manera de comunicarse, incluyendo aspectos como la ecolalia (repetición de palabras o frases). A diferencia de los cuestionarios, las entrevistas o las pruebas estructuradas, no parte de supuestos previos sobre cómo debería ser la comunicación, sino que se centra en cómo se expresa realmente la persona en su contexto habitual. De este modo, permite al logopeda entender mejor las habilidades y necesidades comunicativas de cada uno de los usuarios que valora.

Una evaluación integral incluye la prueba de las habilidades de lenguaje, habla, alimentación y deglución, así como de comunicación aumentativa y alternativa. En los apartados específicos de estos documentos de buenas prácticas, encontrará las explicaciones más detalladas para la exploración de cada uno de estos ámbitos. A continuación, se comentan algunos aspectos específicos de las personas con autismo.

Funciones comunicativas de la ecolalia

Históricamente, la ecolalia se ha descrito carente de significado y sin función comunicativa. Sin embargo, un número creciente de investigaciones ha identificado varias funciones comunicativas de la ecolalia (p. ej., turnos de palabra, etiquetar, hacer peticiones, afirmar y protestar) y señala su papel en el procesamiento de la adquisición gestáltica del lenguaje. Hay niños que adquieren el lenguaje de una forma diferente, siguiendo un proceso llamado adquisición gestáltica del lenguaje. Esto incluye, por ejemplo, el uso de la ecolalia, que es la repetición de palabras o frases que han escuchado. En este caso, la ecolalia no es solo una repetición, sino que puede ser una forma de comunicación que es necesario entender. Analizar cómo se utilizan estas repeticiones puede ayudar al logopeda a identificar su función comunicativa y a contribuir a su desarrollo. También le puede servir para desarrollar estrategias más efectivas para ayudar a mejorar sus habilidades de lenguaje y comunicación. Sin embargo, los logopedas deben tener cuidado y no hacer generalizaciones cuando relacionan la teoría de la adquisición gestáltica del lenguaje con el desarrollo del lenguaje en personas autistas. Es imperativo considerar cada caso individualmente y con precaución, evitando aplicar esta teoría para todos, como si fuera universal.

Comunicación social

La evaluación de la comunicación social puede variar según las normas familiares y culturales. Una evaluación de la comunicación social incluye los siguientes componentes:

• Uso de la mirada.
• Atención conjunta.
• Compartir placer.
• Iniciación de la comunicación.
• Reciprocidad social y diversidad de funciones comunicativas.
• Comportamientos durante el juego.
• Comprensión y uso de las expresiones faciales.
• Uso de los gestos.
• Prosodia del habla.
• Habilidades de conversación.
• Gestión del tema.
• Turnos de palabra.
• Proporcionar la cantidad adecuada de información en contextos conversacionales.

Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA)

Después de un diagnóstico de TEA, los logopedas llevan a cabo evaluaciones continuas. Es preciso evaluar, sin limitarse a, los puntos siguientes:

• Medir el progreso en el desarrollo de competencias comunicativas con CAA.
• Determinar el perfil actual de las habilidades de comunicación social de una persona.
• Identificar objetivos de aprendizaje de alta prioridad en contextos naturales de comunicación.
• Examinar la influencia del compañero de comunicación y del entorno en la competencia comunicativa.