Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
3. Afasia
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar y llevar a cabo el tratamiento rehabilitador y de mantenimiento de los trastornos del lenguaje, incluida la afasia.
El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, la evaluación y la intervención en la afasia, y promueve el desarrollo de instrumentos adaptados a la lengua y la cultura de nuestro entorno.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y basado en pruebas científicas, centrado en la persona y su realidad comunicativa, con la colaboración de las familias y otros profesionales sanitarios. Insta a evitar el uso de prácticas carentes de evidencia científica o alejadas de los estándares actuales de calidad asistencial.
Signos clínicos
La población con afasia es heterogénea, con perfiles individuales de deterioro del lenguaje que varían en términos de gravedad y grado de implicación en todas las modalidades de procesamiento del lenguaje. La variación de la gravedad de las deficiencias expresivas, por ejemplo, puede ir desde presentar dificultades ocasionales para encontrar palabras hasta no tener ningún medio eficaz de comunicación verbal. En déficits de comprensión, la gravedad puede ir desde ligeras dificultades en las estructuras complejas hasta dificultades semánticas en las palabras aisladas. En algunos casos, los pacientes pueden presentar anosognosia, falta de percepción de sus déficits funcionales, u otras alteraciones cognitivas que pueden quedar enmascaradas por el trastorno de lenguaje. La gravedad de la afasia también puede variar con el paso del tiempo, ya que un aspecto de la dificultad del lenguaje puede mejorar, mientras que otros se mantienen deteriorados.
Las lesiones en el hemisferio izquierdo del cerebro causan afasia a la mayoría de los diestros y alrededor de la mitad de los zurdos. Las personas con afasia también pueden tener otras alteraciones que deben ser atendidas por un logopeda, como disartria, apraxia o problemas de deglución. Si la lesión afecta también a otras redes neuronales que influyen en el movimiento, se puede ver afectada la coordinación o automaticidad.
El daño en el hemisferio derecho, aunque no afecte habitualmente a la recuperación de palabras, la sintaxis o la repetición, puede provocar déficits significativos en la comprensión y producción del discurso, la comunicación pragmática y el procesamiento semántico. Esto incluye dificultades para entender el lenguaje abstracto, figurativo, chistes, ironía, sarcasmo y emociones, así como impedimentos para realizar inferencias y captar significados globales. En la producción del discurso se manifiesta con comentarios egocéntricos, tangenciales y desorganizados. También puede reducir la expresividad emocional, con voz monótona y expresiones faciales limitadas, y a menudo se combina con déficits cognitivos como falta de atención, negligencia visual unilateral, anosognosia, dificultades en el razonamiento y el funcionamiento ejecutivo, y poca conciencia emocional.
La CIF (por sus siglas en inglés de ICF, International Classification of Functioning, Disability and Health) fue desarrollada por la OMS (2001) con el objetivo de ofrecer una perspectiva biopsicosocial de la salud. Proporciona un marco para abordar la discapacidad y el funcionamiento de una persona en su contexto y en su vida cotidiana. En la CIF, la afasia implica funciones de orientación (b114), atención (b140), memoria (b144) y funciones cognitivas superiores (b164), del lenguaje (b167) y relacionadas con el cálculo (b172).