Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
1. Hipoacusia periférica
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar e intervenir en los trastornos de la audición, y debe mantener una formación actualizada para adaptarse a los avances tecnológicos y terapéuticos.
El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, el impacto funcional, la evaluación y la intervención en la hipoacusia, y promueve la creación de instrumentos adaptados al contexto lingüístico y cultural.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y basado en la evidencia científica para la pérdida auditiva, con la participación de la familia e insta a evitar prácticas con escasa validez.
Signos clínicos
Para estandarizar la forma en que se informa de la gravedad de la pérdida auditiva, la OMS ha adoptado un sistema de clasificación basado en medidas audiométricas. La pérdida auditiva se clasifica como leve, moderada, moderadamente severa, grave, profunda o completa; y también se ha añadido la pérdida auditiva unilateral.
Teniendo en cuenta el grado de afectación, la OMS clasifica las pérdidas auditivas, hipoacusias o sorderas en función de los resultados de la audiometría tonal:
| Grado | Pérdida Auditiva | Umbral auditivo en el mejor oído, en dB | Audición en ambiente tranquilo | Audición en ambiente ruidoso |
|---|---|---|---|---|
| Audición normalizada | < 20 dB | |||
| I | Leve | 20-34 dB | No tiene problemas para oír lo que se dice. | Puede tener dificultades reales para seguir o participar en una conversación |
| II | Moderada | 35-49 dB | Puede tener dificultad para oír una voz normal | Tiene dificultad para escuchar y participar en las conversaciones |
| III | Moderadamente severa | 50-64 dB | Puede oír si se habla fuerte | Tiene grandes dificultades para escuchar y participar en las conversaciones |
| IV | Severa | 65-79 dB | Puede oír si se le habla fuerte directamente en la oreja | Tiene grandes dificultades para escuchar y participar en las conversaciones |
| V | Profunda | 80-95 dB | Tiene una gran dificultad auditiva | No puede oír ninguna conversación |
| VI | Sordera total | > 95 dB | No oye | No oye |
| Unilateral | < 20 dB en el mejor oído, 35 dB o más de pérdida en el peor oído | No tiene problemas, excepto si el sonido está certa del oído con el que oye menos | Puede tener dificultades reales para seguir o participar en una conversación. |
Además, hay que tener presente que la pérdida auditiva suele ir en aumento con el tiempo.
El 65 % de la discapacidad causada por la pérdida auditiva se atribuye a los niveles III o superiores. Independientemente de la gravedad de la pérdida auditiva o del perfil audiológico, la afectación de la pérdida auditiva depende en gran medida del tiempo transcurrido entre la afectación, la detección y las intervenciones clínicas o rehabilitadoras que se adoptan, y de hasta qué punto el entorno responde a las necesidades de las personas con pérdida auditiva.
Hay que tener presente que la hipoacusia que se presenta en el nacimiento o en los primeros años de vida tendrá una influencia decisiva en la adquisición del habla y del lenguaje. En estos casos hablamos de sordera prelocutiva y supone una afectación muy severa en la relación con el entorno y compromete muchos aspectos de la calidad de vida.
La CIF (por sus siglas en inglés de ICF, International Classification of Functioning, Disability and Health) fue desarrollada por la OMS (2001) con el objetivo de ofrecer una perspectiva biopsicosocial de la salud. Proporciona un marco para abordar la discapacidad y el funcionamiento de una persona en su contexto y en su vida cotidiana. En este sentido, la hipoacusia periférica implica funciones mentales como la percepción auditiva y la comprensión y expresión del lenguaje (b1560, b1670 y b1671), además de funciones sensoriales como la auditiva, de la voz y relacionadas con la fluidez y el ritmo de habla (b230, b310 y b330).