Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
6. Trastornos del Espectro Autista
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para el cribado, la evaluación, el diagnóstico y la intervención en las dificultades de comunicación, interacción y alimentación relacionadas con el autismo, y debe contar con una formación actualizada, especializada y basada en la evidencia.
El CLC impulsa la investigación sobre la prevalencia, el cribado, la evaluación funcional, la calidad de vida y la intervención logopédica en el autismo, promueve el desarrollo de instrumentos adaptados lingüística y culturalmente.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario, centrado en la persona y su familia, que reconozca el valor de la neurodiversidad. Insta a evitar el uso de prácticas carentes de evidencia científica o alejadas de los estándares actuales de calidad asistencial.
Impacto en la vida de la persona
El TEA tiene un impacto profundo en diferentes ámbitos de la vida, un impacto que depende tanto de las características personales como del contexto social. Según la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF) de la OMS, este impacto se puede analizar a través de dos dimensiones: el funcionamiento o discapacidad y los factores contextuales. Las dificultades en la comunicación social, los comportamientos repetitivos y la falta de adaptaciones ambientales pueden limitar la participación en la educación, el trabajo y la vida comunitaria. Además, elementos como el soporte familiar, la accesibilidad a los servicios y las fortalezas personales (como la resiliencia) influyen de forma decisiva en la calidad de vida de la persona con TEA. Un diagnóstico bien gestionado puede ayudar a comprender mejor el propio funcionamiento y diseñar soportes ajustados a las necesidades individuales, mientras que, si no se trata adecuadamente, puede favorecer la estigmatización y afectar negativamente a su autoestima.
La falta de concienciación de la sociedad sobre el autismo y la ausencia de oportunidades para interactuar con personas dentro del espectro autista pueden provocar malentendidos y percepciones erróneas de los comportamientos. Las percepciones equivocadas de los comportamientos, los diagnósticos erróneos y la falta de soportes adecuados pueden ponerles en riesgo de formar parte de la población que acaba dejando la escolarización presencial y limitando sus opciones educativas a servicios educativos especializados.
Varias organizaciones internacionales subrayan que el diagnóstico de TEA puede ser una herramienta clave para acceder a soportes especializados, como la logopedia, y favorecer una vida más autónoma. Sin embargo, también identifican múltiples repercusiones que pueden surgir si no se proporcionan los soportes adecuados: dificultades de integración educativa, exclusión laboral, aislamiento social y un mayor riesgo de problemas de salud mental, como ansiedad o depresión. Ante ello, se recomienda adoptar un enfoque basado en los derechos humanos, que promueva la inclusión y la participación plena en todos los ámbitos sociales, junto con intervenciones personalizadas e iniciativas para reducir el estigma.
En el caso del TEA, este modelo permite identificar de manera sistemática cómo se ven afectadas diferentes áreas del desarrollo y de la vida cotidiana. En este capítulo, y especialmente en el apartado de actividad y participación, se destaca cómo el TEA puede interferir en el aprendizaje y aplicación del conocimiento (d1), incluyendo la atención, el pensamiento, la adquisición de conceptos y habilidades, y los procesos de lectura y escritura; en las tareas y demandas generales (d2), especialmente relacionadas con la planificación, la gestión de las rutinas y la autorregulación emocional y conductual; en la comunicación (d3), tanto verbal como no verbal; en las relaciones e interacciones interpersonales (d7), donde es evidente la dificultad para establecer y mantener vínculos sociales; así como en las áreas principales de la vida (d8), como la educación escolar, y en la vida comunitaria, social i cívica (d9), incluyendo la participación en actividades sociales y de ocio. El TEA dispone de un Core Set, es decir, un conjunto básico de categorías de la CIF para identificar los elementos en los que incide. Puede consultar estos códigos en el cuadro de la codificación CIF al final de este capítulo.