Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
7. Trastorno del desarrollo de los sonidos del habla
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar, prevenir e intervenir en los trastornos del desarrollo de los sonidos del habla, y debe mantener una formación actualizada para adaptarse a los avances en las definiciones, los instrumentos y las técnicas terapéuticas, así como adaptarse a la diversidad lingüística de los niños y niñas de nuestro entorno.
El CLC promueve la investigación para conocer la prevalencia local, desarrollar instrumentos de evaluación e intervención adaptados a los contextos lingüísticos catalán y castellano, y crear conjuntos básicos de categorías CIF que permitan identificar los elementos afectados por los trastornos del desarrollo de los sonidos del habla.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario basado en la evidencia, con diagnóstico y tratamiento esencialmente logopédicos, con interconsultas a especialistas en neurología, otorrinolaringología o psicología cuando sea necesario, garantizando así una intervención integral y centrada en la persona.
Enfoques de intervención
En las últimas décadas, se han distinguido dos enfoques para el tratamiento: clínico y naturalista. En los enfoques clínicos, los logopedas administran el tratamiento directamente al niño. Las sesiones de trabajo se realizan normalmente en su consulta, pero también podrían realizarse en el domicilio o en un despacho en la escuela. El entorno social del niño no participa activamente en el tratamiento y solamente recibe consejo y asesoramiento para entender el trastorno y, quizás, consolidar algunos objetivos. Por el contrario, en los enfoques naturalistas, los logopedas trabajan con familiares o educadores para proporcionarles las herramientas y estrategias que constituyen el tratamiento. Este segundo enfoque se basa principalmente en el modelo centrado en la familia y en el modelo de respuesta a la intervención.
Los estudios no permiten asegurar que uno de estos enfoques (clínicos o naturalistas) tenga mejores resultados que otro en todas las ocasiones. Las investigaciones confirman que los profesionales podrían usar con efectividad ambos enfoques, diferenciando entre casos de menor y mayor gravedad.