Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia
5. Trastornos del lenguaje infantil
Descarga el capítuloEl logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar, prevenir, intervenir y llevar a cabo el mantenimiento de las funciones comunicativas en los trastornos del lenguaje infantil, y debe contar con formación específica y actualizada para garantizar una práctica clínica rigurosa y ética.
El CLC promueve la investigación sobre la prevalencia, la evaluación y la intervención en los trastornos del lenguaje infantil, impulsa el desarrollo y la adaptación de instrumentos de evaluación e intervención en catalán y castellano y en coherencia con el contexto cultural y educativo.
El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y basado en la evidencia para el tratamiento de los trastornos del lenguaje infantil, con la colaboración de las familias, la escuela y otros profesionales sanitarios.
Epidemiología
Los datos de prevalencia del TDL pueden variar considerablemente en función de los criterios diagnósticos (en especial, en función del peso otorgado al cociente intelectual no verbal), los instrumentos de evaluación utilizados y la edad de los niños. En el estudio epidemiológico de Norbury et al. se tuvieron en cuenta todos estos aspectos, además de otros como son el desarrollo socioafectivo y el rendimiento académico. En conclusión, sus resultados muestran una prevalencia del TDL del 7,58 % con una proporción ligeramente superior en niños respecto de las niñas de 1,22: 1. Sería interesante contrastar estos datos con población de nuestro contexto lingüístico y cultural. A pesar de que estas cifras son superiores o similares a las prevalencias del TEA y del TDAH, socialmente el TDL es más desconocido, por lo que ha sido considerado a menudo un trastorno invisible. Como ya hemos mencionado, a pesar de la prevalencia mayor en el sexo masculino, vemos que el trastorno afecta tanto a niños como a niñas y los datos están lejos de las proporciones presentadas en los años setenta de 2:1 e incluso 4:1, muy condicionadas por criterios diagnósticos y, sobre todo, por cuestiones sociales.