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Declaración de posicionamientos y buenas prácticas en el ejercicio profesional de la logopedia

5. Trastornos del lenguaje infantil

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El logopeda es el profesional sanitario competente para evaluar, diagnosticar, prevenir, intervenir y llevar a cabo el mantenimiento de las funciones comunicativas en los trastornos del lenguaje infantil, y debe contar con formación específica y actualizada para garantizar una práctica clínica rigurosa y ética.

El CLC promueve la investigación sobre la prevalencia, la evaluación y la intervención en los trastornos del lenguaje infantil, impulsa el desarrollo y la adaptación de instrumentos de evaluación e intervención en catalán y castellano y en coherencia con el contexto cultural y educativo.

El CLC defiende un abordaje interdisciplinario y basado en la evidencia para el tratamiento de los trastornos del lenguaje infantil, con la colaboración de las familias, la escuela y otros profesionales sanitarios.

Gradación de severidad, consecuencias y soportes

Grado 0: leve limitación para comprender o expresarse

Dificultad leve en la comprensión y/o expresión, con un impacto mínimo en la vida del menor según la valoración de un familiar, maestro o pediatra. Sin embargo, se recomienda un seguimiento para controlar su evolución y, según la edad, una evaluación diagnóstica, si es necesario.

Grado I: moderada limitación para comprender o expresarse

  • Con falta de comprensión dominante

Comprensión oral de palabras y consignas simples, y complejas, apoyándose en el contexto y siempre que el referente sea claro y no haya interpretaciones posibles muy diversas. Dificultad en la comprensión de estructuras gramaticales complejas, frases subordinadas, pasivas o cláusulas demasiado largas. 

  • Con falta de expresión dominante

Expresión inteligible, si bien resulta extraña y poco precisa semánticamente. En el ámbito formal, expresión limitada en cuanto a concordancias, frases subordinadas y discurso. Léxico adecuado, pero errores en el aprendizaje de palabras nuevas o de baja frecuencia. A menudo recurre a términos generales como ‘cosa’ o ‘esto’ para comunicarse.

  • Con falta pragmática dominante

La iniciativa de la conversación es compartida por los interlocutores sin rupturas comunicativas apreciables. Dificultades para comprender lo que no se dice explícitamente y para interpretar significados no literales o ambiguos del lenguaje que influyen en la capacidad inferencial, el sentido del humor, el lenguaje metafórico y, en general, cuando múltiples significados dependen del contexto para su interpretación. Si el interlocutor consigue seguir la historia, lo hace adivinando el contenido con ayuda del contexto, pero el discurso es gramaticalmente incorrecto.

Grado II: limitación severa para comprender o expresarse

  • Con falta de comprensión dominante

Comprensión limitada a palabras frecuentes, frases con apoyo visual y concretas, literales y relacionadas con un contexto experiencial. Confusión interpretativa frecuente. Comprensión suficiente de consignas simples y de bromas para las actividades de la vida diaria.

  • Con falta de expresión dominante

Expresión relativamente fluyente, verborreica, formalmente correcta pero con errores sintácticos, semánticos y pragmáticamente inadecuada. Dificultades de discriminación y secuenciación fonológicas. 

  • Con falta pragmática dominante

La comunicación es posible con varios interlocutores. Dificultades para adecuarse al contexto o las necesidades de quien escucha, como hablar de forma diferente dentro de un aula, con los amigos o con un adulto, y el uso de un lenguaje demasiado formal.

Grado III: limitación grave para comprender y expresarse

  • Con falta de comprensión dominante

La comprensión puede estar limitada a palabras muy habituales y concretas o frases literales y repetidas. 

  • Con falta de expresión dominante

Habla poco fluyente con ecolalias, deformada e incomprensible que puede ser bien articulada fonológicamente, pero sintácticamente y semánticamente confusa. La comunicación es posible solo con los familiares cercanos, directamente relacionada con las necesidades básicas y temas muy conocidos. 

  • Con falta pragmática dominante

Intención comunicativa variable, en función del contexto social y de los núcleos de interés. Dificultades en el uso de la comunicación para propósitos sociales, tales como saludar, iniciar y mantener una conversación y compartir información.

Grado IV: limitación prácticamente total para comprender y/o expresarse

El peso de la comunicación, reducida a las necesidades básicas, lo lleva totalmente el interlocutor. Falta total o parcial de intención comunicativa con deficiencias claras en el uso de la comunicación para propósitos sociales, como saludar y compartir información de manera que sea apropiada.